Pero lamentablemente hemos estado de encargos hasta la nariz y con los exámenes que no nos dejaban respirar y ahora en la ultima evaluación intentaremos hacer alguna entrada nueva de esas que leeis un millón de veces por que os encantan.
Mientras, aunque no tiene nada que ver con el tema que tengo que publicar aqui os deja un pequeño texto que escribí para el día de padre, que lo disfrutéis amores.
Fuertes y robustas manos, de un héroe de barrio, sin capa ni espada. Sujetando en sus primeros segundos. Columpiándome en un columpio construido con tus manos, una cuerda y un neumático viejo. Haciendo lo imposible para cumplir con promesas carentes de sentido, regalos innecesarios para alguien como yo.
Un peluche que nunca no nos separe, unas lágrimas para amortizar el golpe, un fallo en el cuento que no acabaste anoche, Me lo enseñaste todo. Me tomaste de la mano. Cachorritos, juegos de construcciones y castillos de arena. Me diste el valor para extender mis nuevas alas. Desde la mayonesa y la mermelada en las tortitas de aquel bar de carretera, asientos de madera y un largo camino hasta la frontera. Donde con voz estúpida hacías salir la mejor sensación de alegría que jamás volví a sentir.
Bicicletas y marionetas, juegos y cometas, un picnic en un parque junto a los patos curiosos sin nombre. Dejaría que mis lágrimas siguieran brotando al ritmo de una canción infantil, dejaría que las fotos volasen hacia ti, pero no quiero que te separes nunca de mí
